Esta actividad, que comienza a competir con la rebaja de tarifas y servicios de valor agregado, también ha cautivado la atención de las mujeres.
Como en Argentina o España, vive un auge cuya facturación puede ser de $ 61.000 millones al año.
Las oportunidades de negocio asociadas al fútbol, por ser el deporte más popular del planeta, la necesidad de campos con buena infraestructura y ahora el invierno, han llevado a que el país viva una fiebre del fútbol 5, actividad que nació hace cerca de 12 años, pero que en los últimos dos se ha consolidado, primero en las ciudades grandes y ahora en las poblaciones pequeñas.
Sin estadísticas oficiales o un gremio que las consolide, pioneros en el mercado, como el ex futbolista Lucas Jaramillo, estiman que en el país puede haber entre 800 y 1.000 canchas, desde las más sencillas hasta las más sofisticadas, con camerinos, baños, parqueadero y zona de reuniones.
En el negocio hay inversionistas de todo tipo, desde colegas de Jaramillo como Mauricio 'Chicho' Serna, el Pibe Valderrama y Harold Lozano hasta personas que tienen un capital para invertir y se unen con otros cuatro o cinco accionistas. Estos escenarios convocan a los aficionados y eso lo saben marcas como Golty, que ya tiene tres canchas en Suba, uno de los sectores más populares de Bogotá.
Las cifras y el mercado
Al éxito del fútbol 5 ha contribuido la posibilidad de distribuir el costo del alquiler entre 10 o 12 personas, dispuestas a pagar entre 8.000 y 15.000 pesos por una hora de esparcimiento.
En Bogotá, según la ubicación y las comodidades, el alquiler de una cancha oscila entre 70.000 y 150.000 pesos en el horario de mayor demanda, entre las 7 y las 10 p. m.
Administradores de estos negocios estiman que como mínimo cada año el fútbol 5 mueve 61.000 millones de pesos en todo el país.
Las cuentas son en un escenario conservador, que contempla una facturación promedio diaria de 400.000 pesos en los días de mayor movimiento (miércoles a sábado) en al menos 800 canchas que se calcula que existen.
Pero a esto hay que sumarle los ingresos provenientes de escuelas de fútbol, torneos y fiestas infantiles, servicio que viene ganando terreno (véase recuadro). En Bogotá puede haber 150 canchas, pero las que mandan la parada son Cali y Medellín, cada una con más de 200 campos.
La empresa Fútbol 5 Colombia, de la que Jaramillo es dueño con tres socios, tiene 47 canchas, distribuidas en 10 sedes. Pero ya hay campos en capitales como Barranquilla, Manizales, Tunja y Villavicencio, y en poblaciones como Zipaquirá (Cundinamarca) y Chiquinquirá (Boyacá).
Jaramillo estima que el montaje de una sola cancha bien hecha, con buena estructura, luces, tapete, caucho y un centro de servicios, puede oscilar entre 120 y 150 millones de pesos. A lo cual se suma el costo de la compra de la bodega o del lote en el que funcionan, aunque también existe el arrendamiento de parqueaderos, como ha hecho esta firma, que tiene una alianza con Almacenes Éxito y Cafam, para habilitar espacios de este tipo.
Las fiestas son el gancho
Los pequeños, mercado con gran potencial. Ante la fiebre de los niños por el balón, las canchas de fútbol 5 ya ofrecen paquetes 'todo incluido' para cumpleaños', o dejan que los padres celebren en un rincón del local.
Hay sitios que se encargan de la torta, las invitaciones y la alimentación, servicios que, más el alquiler de la cancha, pueden marcar 800.000 pesos. "Llevan la torta, compran las gaseosas, el balón lo ponemos nosotros y sus hijos pasan el mejor cumpleaños", señala el ex futbolista Lucas Jaramillo. Tomado de portafolio.com
